miércoles, 19 de septiembre de 2007

De la divagación y su solución

En la época estudiantil siempre ha habido clases o materias verdaderamente inútiles, o que pensamos que son verdaderamente inútiles. Dichas clases lo único que provoca es que viajemos a mundos desconocidos, las chicas se ponen a dibujar corazoncitos con el nombre de su amado, otros cuantos aprovechan para asomarse bajo las faldas de lupita, el güey de enseguida se toma su tiempo y hace la tarea de la siguiente clase. Esta bella atracción (más que distracción) lo único que provoca es que halla un pánico masivo a final del año (semestre o lo que sea), todo gira en un orden caótico, gente corriendo para todos lados consiguiendo los apuntes, el libro que nunca lo compraron, haciendo trabajos, comprando pomos para catafixearlos al maestro por su bien merecido seis y un sinfín de acciones corruptas.
Este caso, que todos lo hemos vivido (hasta los que no fueron a la escuela) es la situación de mi camarada el changel, que estudiando la carrera de concertista, le aplicaron el viejo truco y ahora se tiene que chutar todo el año la materia de pedagogía (?). Pero éste si salió más cabrón que bonito, echó a volar su imaginación y con el resultado de su proceso creativo no habrá más tiempo aburrido, horas y horas de diversión garantizada. (Aunque tenga que pasarla mal el fin de año).





Está chavo, y todo se le hace fácil.
Digo.

2 comentarios:

Ireth Númenessë dijo...

Jajaja inche Changel!!! el sí que la supo hacer XD

Anónimo dijo...

jajajaja por eso me cae tan bien ese wey jajaja siempre tiene una solucion para todo