¡Ahora resulta!

Bischinger afirma en la página ananova.com que comerse el moco funciona como una especie de vacuna ya que es ahí donde se concentran las bacterias que intentan entrar a nuestro pulmones a través de la nariz.

“La gente que se mete el dedo en la nariz y después se come el moco, consigue reforzar su sistema inmunológico de una forma natural y gratuita”, aseguró.

NOTA COMPLETA: http://www.eluniversal.com.mx/articulos/45934.html

Que bonito, y mi mama me regaña, lógicamente le voy a reclamar que no me permitiera, mas bien, permita hasta la fecha picarme la nariz a gusto, sacarme mi moquito, verlo como si fuera una obra de arte, jugar un rato con el, hacerlo bolita y después lanzarlo al infinito y mas alla…

Sacarse un mocasín es todo un arte, tienes que ser discreto para no perder el encanto y ganarte el desprecio de la gente que te rodea, te quitas la comezón y queda un sentimiento de gratitud hacia uno mismo.

También hay que buscar un buen lugar para acomodarlo y que la naturaleza haga lo propio eliminándolo o fosilizándolo como los chicles, esos lugares pueden ser:

Bajo tu silla, bajo la mesa, en las cortinas, en las sabanas, calcetines, la chamarra o playera de alguien, tu propio pantalón, una pared o hasta la boca, como dice el buen neumólogo.

Parte de nuestra naturaleza, luego dicen que no venimos de los simios y el por que hay gente que es practicamente indestructible e inmune a la comida callejera.

Ya esta el dato, así que no queda mas que disfrutar

Como dice el buen Tuco… “Digo”