Ayer con el hocico caliente decidí invitar a un camarada a tomarnos unas chelas en algún cantinon, decidimos entrar a uno que esta cerca de la casa de mi buen camarada (Master), desconociendo por completo la magia teporochesca del lugar.
De inicio vacía la cantina, por eso nos latió quedarnos, la rocola con buenos discos, aaah, que nostalgia sentí ayer al depositar 5 pesitos para poner 3 tracks… bien dicen que lo que cuesta se disfruta mas… ¡aunque las mejores cosas de la vida son gratis!
Pues resulta que la cantinerota en complicidad de su brazo derecho un superteporocho acomedido para quedar bien con ella, después de una charla idiota en ingles (jajaja) se regresa con su “ama” tras la barra y pues ya de lejos enfoco la mirada a mi, al hacer chiquitos los ojos da un paso atrás e inclina la cabeza al momento que pregona:
- ¡Ah! Yo te conozco, ya se quien eres… ¡eres EL VILLEGAS(nada que ver con mis apellidos) Nada mas que no te reconocí por que ahora no traes muletas!
Al momento que dice la tremendísima cantinerota
- ¡ Si es cierto! Eres EL VILLEGAS…
Pues decidí entrarle al juego:
- ¡Que barbaridad! Que buena memoria tienen… pero no se olviden de mi amigo “EL NAVARRO” (jajajaja) refiriéndome al buen master…
Y el teporocho:
- ¡ Yo te quite la guitarra y me puse a tocar Navarro ¡
Pues después de una amena charla con la identidad de “Navarro” y “Villegas” (El de las muletas) fue la hora de cerrar el bar… de salida antes sin dejar pasar el momento la amable cantinerota me dice:
- Oye Villegas, pásame tu numero, cambie de teléfono y lo extravié…
¡Chanclas!
- Pues es el 627 10 cuatro… tres… dos… uno… cero…
Cuídense mucho bai bai, cuidado con las patas Villegas etc… Nos encarrilamos a mi vehiculo “Navarro” y yo… al momento de subir fue un momento glorioso por que “Navarro” estaba reventando de risa…
Ahora me dice por el mensajero:
-¿ Donde dejaste las muletas ?
Me quiero volver chango… jajajaja…